APOCALIPSIS
– IGLESIAS ÉFESO Y ESMIRNA
MAESTRO
EDWIN RAMÍREZ
ÉFESO
Éfeso era una ciudad
marcada por la adoración a Diana (diosa de la fertilidad), la iglesia de Éfeso
fue fundada por la predicación de Pablo en su segundo viaje misionero y con la
ayuda de Priscila y Aquila; algunos de los miembros convertidos, como se cuenta
en Hechos eran personas dedicadas a la brujería que al convertirse quemaron sus
libros en frente de todos como símbolo de su conversión (Hechos 19:19) y se
dice en Hechos que así crecía y prevalecía poderosamente la Palabra de Dios.
De acuerdo a la carta
escrita por Pablo a los Efesios (año 60 D.C) el estado de la iglesia era
marcado por la notoria división entre judíos y gentiles, sin embargo, el
mensaje que Pablo entrega en sus cartas es bastante profundo y completo y se
asume cierta madurez en los miembros como para poder entenderlo, habla del propósito
eterno de Dios
La iglesia de Éfeso era
alabada por sus buenas obras, pero se les reclama que habían perdido su primer
amor, sus obras no estaban siendo realizadas en amor. Cuando las obras se
realizan en amor son aquellas dirigidas en la voluntad de Dios, nacen del
corazón de Dios y Cristo en nosotros es quien cumple este amor.
Una de las mayores
preocupaciones que Cristo expresó en su mensaje final a las siete iglesias era
que no cayeran en la tolerancia de los falsos maestros, profetas o apóstoles
que estaban tergiversando su Palabra y debilitando su poder y autoridad. Cristo
instruye a las iglesias a que prueben a todo aquel que dice tener autoridad
espiritual.
Por Su palabra afirmamos
que toda buena obra tiene como fin la santificación, pero si los de la iglesia
de Éfeso no estaban en amor, en la voluntad de Dios, quiere decir que sus vidas
no estaban en el camino de la santificación.
Los Efesios vivían en el
entorno propicio para apartarse y fornicar con otros dioses. Por tanto, era
difícil ver ese pecado en la iglesia ya que superficialmente mostraban sus
buenas obras que hacían en el nombre de Cristo, pero las buenas obras se pueden
imitar, sin embargo, una vida de santidad no se puede imitar y la gran
hipocresía es descubierta por el Espíritu Santo.
Has dejado tu primer
amor, esta advertencia enseña que no es suficiente conocer la doctrina
correcta, obedecer algunos de los mandamientos y adorar en la iglesia. Sobre
todo la iglesia debe amar de todo corazón a Jesucristo y toda su Palabra. El
sincero amor a Cristo resulta en una devoción extraordinaria a Él, en pureza de
vida y en amor a la verdad (2Co 11:3).
Quitaré tu candelero de
su lugar, Cristo rechazará a cualquier congregación o iglesia y la quitará de
su reino si no se arrepiente del permitir que mengue su amor y obediencia a Él.
Aborreces la obras de los
nicolaítas. Éstos afirmaban que la inmoralidad sexual no afectaba la salvación
personal en Cristo. En el N.T. claramente declara lo contrario, tales personas
no heredarán el reino de Dios (1Co 6:9-10).
Al que venciere, le daré
a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios. Un
vencedor es alguien que por la gracia de Dios recibida mediante la fe en Cristo
ha experimentado el nuevo nacimiento y permanece en constante victoria sobre el
pecado, el mundo y satanás.
Cristo dice a Éfeso: Una
alabanza: "Conozco tus obras.."; Un reproche: "Pero tengo contra
ti...";Un consejo: "Mira de dónde has
caído...arrepiéntete..";Una llamada: "El que tiene oídos...";
Una promesa: "Al que venciere...".
ESMIRNA
Esmirna era una ciudad
muy antigua. Fue destruida en 627 a.C., en el tiempo en que Babilonia se estaba
levantando como potencia mundial. Permaneció en ruinas hasta que los griegos
llegaron y la reconstruyeron. En cierta forma, es una ciudad que murió y
resucitó. Para los habitantes de esa ciudad era significativo el tema de la
resurrección, y así se presentó Jesús a ellos (Ap 2:8).
Cuando los romanos
conquistaron la región, los ciudadanos de Esmirna inventaron la diosa “Roma”
para congraciarse con los romanos y probarles su lealtad. Años más tarde, ésta
fue la primera ciudad a la que el senado romano le dio autorización de
construir un templo en honor al emperador (césar), quien en ese tiempo era
Tiberio.
Todos los ciudadanos de
la ciudad estaban obligados a ofrecer incienso en el templo, en honor al
emperador. Quien no lo hiciera era considerado traidor; como tal, era quemado
en la hoguera o lanzado a las bestias salvajes. Muchos cristianos murieron así
en esa ciudad por negarse a adorar al césar.
En el año 168 d.C.
mataron al obispo de Esmirna, Policarpio. Para entonces, él tenía 86 años. Cuando fue descubierto, fue arrastrado por
las calles para llevarlo ante el procónsul romano. El líder romano tenía la intención de
perdonarlo. Todo lo que Policarpio tenía que hacer para evitar la muerte era
lanzar un puñado de incienso al altar del César. Pero él no aceptó, diciendo
que no perdería su recompensa celestial por ganarse unos días más de vida. Al
final murió quemado en la hoguera.
La iglesia de Esmirna no
sólo sufrió gran persecución, sino que también padecieron extrema pobreza. Aun
así, el Señor los describe como “ricos” (en sentido espiritual).
La pobreza significa
carecer de todo. La pobreza de los creyentes de Esmirna era extensa, estaban
económicamente necesitados, aunque Cristo dijo que eran espiritualmente ricos.
En cambio, la iglesia de Ladoicea que poseía mucha riqueza material, se la
consideraba espiritualmente miserable, pobre.
"Esmirna"
significa literalmente “mirra”, la cual es una sustancia obtenida de un árbol
cuya madera es nudosa pero aromática. Era usada como perfume, en especial para
cubrir a los muertos con el propósito de disfrazar la descomposición de los
cadáveres. Es un perfume que está asociado con la muerte.
Esto describe muy bien lo
que era esta ciudad. Los creyentes de esta ciudad fueron “machacados” con
persecución, pero sacaron un agradable aroma al Señor, a igual que el estacte
de donde se obtienen las perlas de mirra.
El estacte era llamado
"Lágrimas del Árbol de mirra". La mirra se saca de una incisión
profunda en el corazón del árbol, de manera que la savia del árbol fluye hacia
fuera, esta savia es como un REGALO VOLUNTARIO del árbol. Las pequeñas gotas de
vida brotan y se quedan como lagrimas quietas sobre el tronco del árbol.
El Señor les advierte a
los creyentes de Esmirna que pasarán por tribulación.
El Señor se presenta a la
iglesia de Esmirna como “el primero y el último, el que estuvo muerto y ha
vuelto a la vida”. Cuando uno se encuentra en medio de persecución y
tribulación, es importante poder contar con algo que es firme e inamovible.
Trae seguridad saber que el Señor siempre ha estado allí, y siempre lo estará.
Jesús se identifica con
esta iglesia, pues también a Él buscaban para matar. Pero aun cuando murió,
luego Él resucitó. De igual forma sucederá con los que creen en Su Nombre, y
aunque mueran, serán resucitados en Su Venida.
La recompensa para quien
sea fiel hasta la muerte es la “corona de la vida”. Esto no se refiere a la
salvación, sino a una recompensa relacionada con el Reino de Dios.