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TEOLOGIA BIBLICA Y SISTEMÁTICA

INSTITUTO BÍBLICO BAIT SHALOM
TEOLOGIA BIBLICA Y SISTEMÁTICA





LAS ESCRITURAS

"El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán." "Secase la hierba, marchitase la flor: más la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. “Mateo 24:35, Isaías 40:8.

El Dr. Payson, refiriéndose a la Biblia, ha dicho lo siguiente: "Destruye este volumen, tal como han tratado de hacerlo en vano los enemigos de la felicidad del hombre, y nos dejarás sumido en profunda ignorancia con respecto a nuestro Creador, a la formación del mundo en que habitamos, al origen de nuestra raza y sus progenitores, a nuestro destino futuro, relegándonos al plano de la fantasía, de la duda y conjetura. Destruye este volumen y nos privarás de la religión cristiana, con todos sus consuelos vivificantes, esperanzas y perspectivas que ofrece, no dejándonos nada sino elegir (¡miserable alternativa!) entre las lóbregas tinieblas de la infidelidad y las sombras monstruosas del paganismo. Destruye este volumen y despoblarás el cielo, cerrarás para siempre sus puertas a la desdichada posteridad de Adán, restituirás al rey de los terrores su fatal aguijón, sepultarás la esperanza en la misma tumba que recibe nuestros cuerpos, consignarás a todos los que han muerto antes que nosotros al sueño eterno o calamidad infinita, y nos dejarás sin esperar nada a nuestra muerte, sino suerte similar a la de ellos. En una palabra, destruye este volumen, y nos despojarás al instante de todo lo que impide que la existencia se convierta en el peor de todos los azotes Apagarás el sol, secarás el océano y harás desaparecer la atmósfera del mundo moral, y degradarás al hombre a un nivel desde el cual quizá mire con envidia a los brutos que perecen.


LA INSPIRACIÓN DE LAS ESCRITURAS

El que una religión sin escrituras inspiradas podría ser divina es una posibilidad concebible. Sobre el particular dice el profesor Francisco L. Patton:

Si sobre la base de simples pruebas históricas se puede establecer que Jesús hizo milagros, habló profecías y proclamó su divinidad; si se puede demostrar que fue crucificado para redimir a los pecadores, que resucitó e hizo depender el destino del hombre de su aceptación de él como Salvador, luego fueren los anales históricos inspirados o no, ¡ay de aquél que descuida una salvación tan grande!
No necesitamos, sin embargo, discutir con más amplitud esta posibilidad, pues no se nos ha dejado en dudas con respecto al asunto. "Toda Escritura es inspirada divinamente," (Dios le imparte su hálito) declara el apóstol Pablo. 2Timoteo 3:16. Por su parte el apóstol Pedro afirma:

2 Pedro 1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. 

El diccionario de Webster define a la inspiración de la siguiente manera: "Es la influencia sobrenatural del Espíritu de Dios ejercida sobre la mente del hombre, influencia que capacitó a los profetas, apóstoles y escritores sagrados para exponer la verdad divina sin mezcla de error." Por su parte, el diccionario Espasa-Calpe dice: "Intimación que Dios hace al escritor sagrado para que éste escriba acerca de una determinada materia junto con su asistencia especial para que no yerre en su exposición."

De acuerdo a lo expuesto por el Dr. Gaussen, inspiración es "el poder inexplicable que el Espíritu divino ejerce en los autores de las Escrituras, para guiarlas aún en el empleo de los vocablos que deben usar, y preservarlas de todo error u omisión."

"La inspiración, según la definición formulada por el Apóstol Pablo en este pasaje (2Ti_3:16) es un soplo recio, consciente, de Dios en el hombre, capacitando a éste para expresar la verdad," nos dice el Dr. Guillermo Evans. "Es Dios que habla por medio del hombre, y por lo tanto, el Antiguo Testamento es la Palabra de Dios tanto como si Dios mismo hubiera pronunciado cada una de las palabras. Las Escrituras son el resultado del influjo o hálito divino, así como la respiración acompaña en el hombre la pronunciación de palabras. La declaración de Pedro "se puede decir que indica que el Espíritu Santo se encontraba presente en forma especial y milagrosa con los escritores de las Sagradas Escrituras y en ellos, apelándoles las verdades que no habían conocido antes, y guiándolos igualmente en el registro de estas verdades, y en todo acontecimiento que habían visto y oído, de manera que eran testigos capacitados para presentarlos con suficiente exactitud a otros."

Uno llegaría a la conclusión por la lectura de los diversos credos de la cristiandad, que el cristianismo es un asunto más bien complicado, erizado de enigmas teológicos y cargado de definiciones abstrusas. No es ese el caso. Las doctrinas del Nuevo Testamento, tal como fueron expuestas originalmente, son simples y se pueden definir con sencillez. Empero con el transcurso de los años, la iglesia se vio confrontada con puntos de vista erróneos y defectuosos con respecto a doctrinas y se vio obligada entonces a cercarlas y protegerlas con definiciones. De este proceso de definición exacto y detallado surgieron los credos. Las declaraciones doctrinales desempeñaron un papel importante y a la vez necesario en la vida de la iglesia, y se convirtieron en obstáculos solo cuando la fe viva fue reemplazada por el mero asentimiento a dichas declaraciones.

La doctrina de la inspiración, según se enuncia en la Palabra, es muy sencilla, empero la presentación de puntos de vista erróneos y defectuosos hizo necesario "proteger" la doctrina mediante definiciones amplias, detalladas. En oposición a ciertas teorías, es necesario sostener que la inspiración de las Sagradas Escrituras es:

1. Divina y no meramente humana.
Los modernistas comparan la inspiración de los escritores sagrados con esa clarividencia espiritual y sabiduría que desplegaron hombres como Platón, Sócrates, Browning, Shakespeare, Cervantes y otros genios de la literatura, la filosofía y la religión. Se considera así la inspiración algo puramente natural. Esta teoría despoja al vocablo inspiración de todo su significado, no es consecuente con el carácter único y sobrenatural de la Biblia.

2. Única y no común.
Algunos confunden la inspiración con la iluminación. La iluminación es la influencia ejercida por el Espíritu Santo, la cual es común a todos los creyentes, y les facilita comprender las verdades divinas. 1Corintios 2:4; Mateo 16:17. Afirman que tal iluminación es una explicación adecuada del origen. de la Biblia. Existe una facultad en el hombre, según se enseña, por la cual el hombre puede conocer a Dios, algo así como un ojo del alma. En circunstancias que los hombres piadosos de antaño meditaban en Dios, el Espíritu Divino vivificaba sus facultades, permitiéndoles el acceso a los misterios divinos.
Tal iluminación ha sido prometida a los creyentes y ha sido experimentada por ellos. Pero no es lo mismo que la inspiración. Se nos dice (1Pedro 1:10-12) que a veces los profetas recibieron verdades por inspiración, y al mismo tiempo les fue denegada la iluminación para comprender esas verdades. El Espíritu Santo inspiró sus palabras, pero no creyó oportuno proporcionar el significado de esas palabras. Se nos dice que Caifás fue el instrumento de un mensaje inspirado (aunque no tuvo conciencia de ello) cuando aún no pensaba de Dios. En ese momento era inspirado, pero no iluminado. Juan 11:49-52.
Nótense dos diferencias específicas entre la iluminación y la inspiración. (1) Con respecto a duración, la iluminación es permanente, o puede serlo. "Más la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto." La unción que el creyente ha recibido del Santo permanece en él, nos dice Juan. 1Juan 2:20-27. Por otra parte, la inspiración era intermitente, pues en efecto el profeta no podía profetizar a voluntad, sino que estaba sujeto a la voluntad del Espíritu. "Pues ninguna profecía fue dada por un hecho de voluntad humana," dijo el apóstol Pedro, " sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.  2Pedro 1:21. Lo repentino de la inspiración profética está insinuado en la expresión común que dice: "Vino la palabra del Señor." Se establece una distinción clara entre los profetas verdaderos que hablaron sólo cuando vino la palabra del Señor, y los falsos que hablaron según propia invención. Jeremías 14:14; Jeremías 23:11; Jeremías 23:16; Ezequiel 13:2-3. (2) La iluminación admite grados, la inspiración no. La gente disfruta de distintos grados de iluminación, pues algunos poseen mayor penetración que otros. Mas en el caso de la inspiración, en el sentido bíblico, una persona es ya sea inspirada o no lo es.

3. Viva y no mecánica.
La inspiración no significa dictado, ni que los escritores adoptaban una actitud pasiva y su mente no tomaba parte alguna en la escritura del material, aunque es cierto que algunas porciones de las Escrituras fueron dictadas, como por ejemplo los Diez Mandamientos y el Padrenuestro. La misma palabra inspiración excluye mera acción mecánica, y la acción mecánica excluye la inspiración. Por ejemplo, un empresario no inspira a su secretaria cuando le dicta una carta. Dios no habló por medio del hombre como hablaría por medio de un megáfono. Su Espíritu Divino usó las facultades del hombre, produciendo así un mensaje perfectamente divino que no obstante ostenta características de la personalidad del escritor. Es la Palabra del Señor, más en cierto sentido, la de Moisés, o Isaías, o Pablo. "Dios no ha hecho nada sin el hombre; el hombre no ha hecho nada sin Dios. Es Dios quien habla en el hombre, Dios que habla por medio del hombre, Dios que habla como hombre, Dios que habla a favor del hombre."
El hecho de la cooperación divina y humana en la producción de un mensaje inspirado, es de sí evidente; empero el "como" del asunto escapa a nuestra observación. La interacción o influencia recíproca aún entre la mente y el cuerpo es un misterio para el sabio más egregio. ¡Cuánto más cuando se trata de la interacción del Espíritu de Dios y el espíritu del hombre!

4. Completa y no meramente parcial.
De acuerdo a la teoría de la inspiración parcial, los escritores fueron preservados del error en asuntos necesarios para la salvación, pero no en asuntos como historia, ciencia, cronología y otros. Por lo tanto, de acuerdo a esta teoría, sería más correcto decir que "la Biblia contiene la Palabra de Dios, más bien que afirmar. que es la Palabra de Dios."
Esta teoría nos sume en la ciénaga de la incertidumbre, pues ¿quién puede juzgar de manera inerrable lo que es esencial para la salvación y lo que no es?
¿En dónde se encuentra la autoridad infalible para decidir con respecto a qué parte es la Palabra de Dios, y qué parte no es? Y si la historia de la Biblia es falsa, luego la doctrina no puede ser verdadera, pues la doctrina bíblica se fundamenta en la historia bíblica. Finalmente, las Sagradas Escrituras mismas reclaman para sí inspiración completa, plena. Cristo y sus apóstoles aplican el término "palabra de Dios" a todo el Antiguo Testamento.

5. Verbal, y no meramente conceptual.
De acuerdo a otro punto de vista, Dios inspiró los pensamientos, pero no las palabras de los escritores. Dicho de otra manera, Dios inspiró a los hombres, y los dejó librados a su propio criterio en la selección de vocablos y frases. Empero el énfasis bíblico no recae sobre hombres inspirados, sino sobre palabras inspiradas. "Dios, habiendo hablado... en otros tiempos a los padres por los profetas. Hebreos 1:1. "sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo." 2Pedro 1:21. Además, es difícil separar palabra y pensamiento, puesto que el pensamiento es palabra interna ("y no penséis decir dentro de vosotros"; "dice el necio en su corazón,") mientras que una palabra es un pensamiento expresado. Pensamientos divinamente inspirados serían naturalmente expresados mediante palabras divinamente inspiradas. Pablo nos habla de "palabras... que enseña el Espíritu Santo." 1Corintios 2:13. Versión Moderna. Finalmente, se citan palabras particulares como fundamento de doctrinas de peso. Juan 10:35; Mateo 22:42-45; Gálatas 3:16; Hebreos 12:26-27.
Se debe distinguir entre apelación e inspiración. Por apelación nos referimos a ese hecho de Dios por medio del cual apela lo que el hombre no podía hallar por sí mismo; por inspiración queremos decir que el escritor es preservado del error al escribir esa apelación. Por ejemplo, los Diez Mandamientos fueron apelados y Moisés recibió inspiración para registrarlos en el Pentateuco.
La inspiración no siempre implica apelación. Moisés fue inspirado a registrar los acontecimientos que él mismo había presenciado y que por lo tanto se encontraban dentro de la esfera de sus propios conocimientos.
Se debe distinguir entre palabras no inspiradas y registro inspirado de ella. Por ejemplo, muchos dichos de Satanás figuran o están registrados en las Escrituras, y sabemos que el diablo no fue inspirado de Dios cuando pronunció. Empero el registro de esas expresiones satánicas es inspirado.


LA VERIFICACION DE LAS ESCRITURAS

1.  Afirman ser inspiradas
El Antiguo Testamento reclama para sí el haber sido escrito por inspiración especial de Dios. El vocablo o frase "y dijo Dios" o su equivalente se emplea más de 2.600 veces. La historia, la ley, los salmos, y las profecías, se afirma que todo fue escrito por hombres bajo la inspiración especial de Dios. Vea, por ejemplo: Éxodo 24:4; Éxodo 34:28; Josué 3:9; 2Reyes 17:13; Isaías 34:16; Isaías 59:21; Zacarías 7:12; Salmos_78:1; Proverbios 6:23. Cristo mismo endosó el Antiguo Testamento, lo citó y vivió en armonía con sus enseñanzas. Endosó su verdad y autoridad (Mateo 5:18; Juan 10:35; Lucas 18:31-33; Lucas 24:25; Lucas 24:44; Mateo 23:1-2; Mateo 26:54) y así también lo hicieron los Apóstoles. Lucas 3:4; Romanos 3:2; 2Timoteo 3:16; Hebreos 1:1; 2Pedro 1:21; 2Pedro 3:2; Hechos 1:16; Hechos 3:18; 1Corintios 2:9-16.
¿Reclama para sí el Nuevo Testamento una inspiración similar? En particular, la inspiración de los evangelios está garantizada por la promesa de Cristo de que el Espíritu Santo traería a la memoria de los apóstoles todas las cosas que les había enseñado, y que el mismo Espíritu los guiaría a toda verdad. En todas partes el Nuevo Testamento, declarando con autoridad la abrogación de las antiguas leyes. Por lo tanto, si el Antiguo Testamento es inspirado, también lo es el Nuevo. Pedro parece colocar los escritos de Pablo a un mismo nivel con aquellos del Antiguo Testamento (2Pedro 3:15-16), y tanto Pablo como los demás apóstoles afirman hablar con autoridad divina. 1Corintios 2:13; 1Corintios 14:31; 1Tesalonicenses 2:13; 1Tesalonicenses 4:2; 2Pedro 3:2; 1Juan 1:5; Apocalipsis 1:1.

2.Tienen toda la apariencia de inspiradas
Las Sagradas Escrituras afirman ser inspiradas, y un examen de ellas apela el hecho de que su carácter sustenta o apoya esa afirmación. La Biblia se presenta ante el tribunal, por así decirlo, con un buen testimonio. Con respecto a sus autores, la Biblia fue escrita por hombre cuya honestidad e integridad no puede ser puesta en tela de juicio. Con respecto a su contenido, encierra la apelación más sublime de Dios que conoce el mundo; en lo que respecta a influencia, ha proporcionado luz salvadora a naciones e individuos, y posee un poder infalible de conducir hombres a Dios, y transformar su carácter; en lo referente a autoridad, llena los requisitos de corte final de apelaciones en religión, de manera que los cultos falsos hallan necesario citar sus palabras con el objeto de hacer impresión en el público.
Para ser específicos, notemos: (1) Su exactitud. En efecto, se observa en la Biblia una ausencia total de absurdos que aparecen en otros libros sagrados. No leemos en ella, por ejemplo, que la tierra naciera de un huevo que necesitó varios años para incubar, que la tierra descansa sobre el caparazón de una tortuga, que está rodeada de siete Mr.es de agua salada, jugo de caña de azúcar, licores espiritosos, manteca pura, leche agria y otras substancias. El Dr. D. S. Clarke escribe al respecto lo siguiente: "Existe una diferencia insondable para el hombre entre la Biblia y cualquier otro libro. La diferencia reside en el origen." (2) Su unidad. La Biblia consiste en sesenta y seis libros, escritos por unos cuarenta autores diferentes, durante un período de 1600 años, y abarca una variedad de asuntos, no obstante, lo cual mantiene una unidad de tema y de propósito que se puede explicar solamente si se admite que fue dirigida por una mente rectora o superintendente. (3) ¿Cuántos libros hay que justifican aún dos lecturas? Empero la Biblia se puede leer centenares de veces sin que se logre sondear sus profundidades, o sin que pierda el interés para sus lectores. (4) Su extraordinaria circulación, habiendo sido traducida a centenares de idiomas, y leída en la mayor parte de los países del mundo (5) Su actualidad. Es uno de los libros más antiguos, y sin embargo, más moderno. El pan es uno de los alimentos más antiguos, y sin embargo más moderno. Mientras el hombre sienta hambre, querrá pan para su cuerpo; y mientras el hombre anhele a Dios y aquello que es eterno, querrá la Biblia. (6) Su extraordinaria preservación frente a la persecución y la oposición de la ciencia. "El martillo se rompe, pero el yunque sigue en pie." (7) Sus muchas profecías cumplidas.

3. Uno siente que son inspiradas
"¿Pero usted no cree en ese libro, no es cierto? Dijo cierto profesor de un colegio de Nueva York a una señora cristiana que había estado asistiendo a clase bíblica. "Claro que sí," respondió la señora, "sucede que conozco personalmente al Autor." Había expresado una de las razones más poderosas para creer que la Biblia es la Palabra de Dios, es decir, el llamado nuestro fuero interno, puesto que la Biblia nos habla en un tono que nos hace sentir que procede de Dios.
La iglesia romana afirma que el origen. divino de las Escrituras depende en el análisis final de las cosas, del testimonio de la iglesia, la cual se considera a si misma guía infalible en todo asunto de fe y práctica. "¡Cómo si la verdad eterna e inviolable de Dios dependiera del criterio u opinión del hombre!" Declaró Juan Calvino, el gran reformador. Dijo, además:
Se afirma que la iglesia decide qué apetencia se le debe a las Escrituras, y qué libros deben incluirse en el canon sagrado... La pregunta de "¿cómo podemos saber que proceden de Dios, si ello no se nos asegura por medio de la iglesia?" es tan necia como la pregunta: "¿Cómo podemos distinguir la luz de la oscuridad, lo blanco de lo negro, lo amargo de lo dulce?"
El testimonio del Espíritu Santo es superior a todo argumento. Dios en su palabra es el único testimonio adecuado con respecto a sí mismo: y de igual manera su Palabra no podrá ser creída verdaderamente por el hombre hasta que no haya sido sellada por el testimonio del Espíritu. El mismo Espíritu que habló por los profetas debe entrar en nuestro corazón para convencernos que comunicaron fielmente el mensaje que él les dio. Isaías 59:21.
Que éste sea entonces un asunto fijo, establecido: que aquellos que han creído interiormente enseñados por el Espíritu Santo confían firmemente en las Escrituras; y que las Escrituras son su propia evidencia y no se las debe sujetar legalmente a pruebas y argumentos, sino que obtienen, por el testimonio del Espíritu, esa confianza que merecen.

Puesto que éste es el caso, ¿por qué aducir evidencia externa con respecto a la exactitud de las Escrituras y al hecho de que son dignas de toda confianza? Hacemos esto primero, no con el objeto de creer que son la verdad, sino porque percibimos que son la verdad. En segundo lugar, es natural e inspirador ser cAp.az de señalar la evidencia o prueba exterior de lo que uno interiormente cree; finalmente, estas pruebas suministran medios concretos, por así decirlo, por los cuales podemos expresar la convicción de nuestro corazón mediante palabras,

1 Pedro 3:15 sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; 

  

DIOS

Vivimos en un universo cuya inmensidad presupone un poderoso Hacedor, y cuya belleza, designio y orden señala la presencia de un sabio Legislador. Empero, ¿quién hizo al Hacedor? Podemos remontarnos en el tiempo, pasando del efecto a la causa, pero no podemos continuar retrocediendo para siempre sin admitir un ser "Eterno." Ese Ser Eterno es Dios, la Causa y Manantial de todo lo que existe.



LA EXISTENCIA DE DIOS

1.         Su existencia afirmada
            En ninguna parte tratan las Sagradas Escrituras de demostrar la existencia de Dios mediante pruebas metódicas o convencionales. Se la asume como prueba evidente, como creencia natural para el hombre. En ninguna parte las Sagradas Escrituras enuncian una serie de pruebas de su existencia como condición preliminar para la fe. Declaran el hecho y piden al hombre que se embarque en una aventura de fe.
            "Es menester que el que a Dios se allega, crea que le hay," Hebreos 11:6 constituye el punto inicial de la Biblia en lo que respecta a los tratos del hombre con Dios.
            La Biblia realmente habla de hombres que dicen en su corazón que no hay Dios, empero son "necios," en otras palabras, prácticamente impíos, que desalojan a Dios de sus pensamientos porque le desechan de sus vidas. Pertenecen al elevado número de ateos prácticos, es decir, aquellos que viven y hablan como si no hubiera Dios. Exceden en mucho al número de los ateos teóricos, es decir, aquellos que afirman aferrarse a la creencia intelectual que Dios no existe. Se ha señalado que la declaración de "no hay Dios," no implica que Dios no existe, sino que no se inmiscuye o interviene en los asuntos del mundo. Al considerar a Dios ausente, el hombre se "corRm.pe" y procede con abominación. Salmo 14. Dice el doctor A. B. Davidson:
            No se trata de demostrar la existencia de Dios, porque en todas partes en la Biblia Dios se enuncia como conocido. Parece que no existe pasaje alguno en el Antiguo Testamento que indique que el hombre alcance el conocimiento de la existencia de Dios por medio de la naturaleza o de los acontecimientos de la providencia, aunque hay algunos pasajes que insinúan o implican que las falsas ideas de lo que es Dios pueden corregirse por la observación de la naturaleza y la vida... En las páginas del Antiguo Testamento se piensa tan poco de discutir o demostrar que Dios puede ser conocido, como de discutir que existe. ¿Cómo podían los hombres pensar de discutir que Dios podía ser conocido, cuando estaban persuadidos que le conocían, cuando su fuero interno y su mente estaban impregnados de pensamientos del Señor, y cuando sabían que el Espíritu de Dios los inspiraba, los iluminaba y les guiaba toda la historia?

2.         Su existencia demostrada
            Si las Escrituras no nos ofrecen una demostración razonada de la existencia de Dios, ¿por qué lo intentamos nosotros? Lo hacemos por las razones siguientes:
            Primera, para convencer a los que buscan sinceramente a Dios, es decir, a personas cuya fe ha sido oscurecida por alguna dificultad, y que dicen: "Quiero creer en Dios; demuéstreme que es razonable creer." Empero ninguna cantidad de pruebas convencerá a esa persona que, deseando vivir en el pecado y de manera egoísta expresa: "Lo desafío a que me demuestre que Dios existe." Después de todo, la fe es asunto moral antes que intelectual; si una persona no está dispuesta a pagar el precio, evadirá toda clase de evidencia. Lucas 16:31.
            Segunda, para fortalecer la fe de aquellos que ya creen. Estudian las pruebas no para creer, sino porque creen. Esta fe es tan valiosa para ellos que reciben con regocijo cualquier cosa que la aumente o enriquece.
            Finalmente, con el objeto de enriquecer nuestro conocimiento de la naturaleza de Dios, ¿pues existe acaso objeto mayor de estudio y meditación que él?
            ¿En dónde encontramos evidencia de la existencia de Dios? En la creación, la naturaleza del hombre y la historia humana. De estas tres esferas deducimos las cinco evidencias o pruebas de la existencia de Dios.
            El universo debe tener una Causa primera o Creador. Se trata éste del argumento cosmológico, palabra que se deriva del vocablo cosmos, que significa mundo.
            El diseño evidente en el universo indica que debe existir una mente Suprema. Se trata éste del argumento teleológico, palabra derivada del vocablo teleos, cuyo significado es diseño o propósito.
            La naturaleza del hombre con sus impulsos y aspiraciones indica la existencia de un Gobernante personal. Se trata éste del argumento antropológico, de un vocablo griego, anthropos, que significa hombre.
            La historia humana nos proporciona evidencia de una Providencia que todo lo dirige. Se trata éste del argumento histórico.

Argumento basado en la naturaleza del hombre.
      El hombre es dueño de una naturaleza moral, es decir, su vida es regulada por conceptos del bien y del mal. Sabe que hay una conducta recta que debe seguirse, y una conducta errónea que debe evitarse. Ese conocimiento es denominado "conciencia." Cuando hace lo recto, la conciencia aprueba; cuando hace lo malo, la conciencia desaprueba, o condena. Ya se la obedezca o no, la conciencia habla con autoridad. El señor Buttler dijo lo siguiente con respecto a la conciencia: "Si poseyera poder, en la medida que posee autoridad manifiesta, luego gobernaría al mundo; es decir que, si la conciencia tuviera el poder de poner en vigor lo que ordena, revolucionaría al mundo." Pero ¡ay! el hombre es dueño del libre albedrío y de ahí que tiene la capacidad de desobedecer esa voz de su fuero interno. La conciencia, aun cuando está mal encaminada y sin luz, habla con autoridad, y hace que el hombre se sienta una persona responsable. "Dos cosas me llenan de asombro," dijo Kant, el gran filósofo alemán, "los cielos tachonados de estrellas sobre mí, y la ley moral dentro de mí."
      ¿Qué conclusiones se pueden derivar de esta conciencia o sentido universal del bien y el mal? Que existe un Legislador que ha señalado un nivel de conducta para el hombre y ha hecho la naturaleza del hombre cAp.az de entender ese nivel. La conciencia no crea el nivel, sino que simplemente atestigua con respecto a él, y registra ya sea conformidad o disconformidad. ¿Quién creó originalmente esos dos grandes conceptos del bien y el mal? Dios, el Justo Legislador. El pecado ha oscurecido la conciencia del hombre y borrado casi de su ser el sentido de la ley, empero en el monte Sinaí Dios grabó esa ley en la piedra, a fin de que el hombre tenga una perfecta ley mediante la cual pueda dirigir sus pasos. El que el hombre entienda esta ley y sienta responsabilidad hacia ella señala la existencia de un Legislador que lo creó de esa manera.
      ¿Y qué conclusión podemos derivar del sentido de esa responsabilidad? Que el Legislador es también Juez que recompensará a los buenos y castigará a los malos. El que impuso esa ley, la reivindicará finalmente.
      No solamente la naturaleza moral del hombre, sino su ser entero evidencia o apela la existencia de Dios. Hasta las religiones más degradadas no son otra cosa que el esfuerzo ciego, sin rumbo, del hombre que busca algo que su alma anhela. Cuando una persona siente sed, sabemos que siente deseos de beber algo que apague su sed; cuando siente sed de Dios, de lo divino, sabemos que siente sed de Alguien o Algo que pueda satisfacerla. El grito de "mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo," (Salmos 42:2) constituye un argumento en favor de la existencia de Dios, pues el alma no engañaría al hombre sintiendo sed por algo que no existe. Un sabio de la iglesia primitiva dijo en cierta oportunidad: "Nos has hecho para tí mismo, y el corazón no halla reposo hasta que no encuentra descanso en tí."



 LA NATURALEZA DE DIOS

1.         El punto de vista bíblico. (Los nombres de Dios)
            ¿Quién es y qué cosa es Dios? La mejor definición que jamás se haya dado se encuentra en el catecismo de Westminster, que dice: “Dios es Espíritu, infinito, eterno e inmutable en su ser, sabiduría, poder santidad, justicia, bondad y verdad.” La definición bíblica se puede formular del estudio de los nombres de Dios. El nombre de Dios, en las Sagradas Escrituras, significa más que una combinación de sonidos; representa su carácter revelado. Dios se revela a sí mismo mediante la proclamación de su nombre, o mediante el dar a conocer su nombre. Éxodo 6:3; Éxodo 33:19; Éxodo 34:5-6. El adorar a Dios significa invocar su nombre (Génesis 12:8), temerle (Deuteronomio 28:58), alabarle (2Samuel 22:50), glorificarle Salmos 86:9.
            Es maldad tomar su nombre en vano Éxodo 20:7 o profanarlo o blasfemarlo. Levíticos 18:21; Levíticos 24:16. El alabar a Dios es santificar o alabar su nombre. Mateo 6:9. El nombre de Dios defiende a su pueblo (Salmos 20:1) y por amor de su nombre él no los desamparará. 1Sm.uel 12:22.
            Los siguientes son los nombres bíblicos más comunes en las Sagradas Escrituras.
a.         Elohim, (traducido Dios.) Este vocablo es empleado en lugares donde se describe o insinúa el poder creador y la omnipotencia de Dios. Elohim es el Dios-Creador. La forma plural significa plenitud de poder, y simboliza a la Trinidad.
b.         Jehová. Elohim, el Dios-Creador no se aísla de sus criaturas. Al ver sus necesidades, descendió para ayudarlas y salvarlas. Al entablar esta relación, se revela a sí mismo como Jehová, el Dios del pueblo. El nombre JEHOVÁ procede del verbo “ser” en el idioma hebreo, y abarca los tres tiempos gramaticales: pasado, presente y futuro. El nombre significa, por lo tanto: El que fue, es, y será, o, en otras palabras, el Eterno. Puesto que Jehová es el Dios que se revela a sí mismo al hombre, el nombre significa: Me he manifestado, manifiesto y me manifestaré a mí mismo.
            Lo que Dios hace por su pueblo se expresa por sus nombres, y cuando su pueblo experimenta su gracia, luego se dice que conocen su nombre. La relación de Jehová con Israel queda sintetizada en los nombres de Jehová relacionados con sus promesas. Para aquellos que se encuentran postrados en su lecho del dolor, se le conoce como JEHOVÁ-RAFA, “yo soy Jehová tu Sanador.” Éxodo 15:26. Acosados por el enemigo, claman a JEHOVÁ-NISSI, o sea “Jehová mi bandera.” Éxodo 17:8-15. Agobiados por las preocupaciones, los hiJs. de Dios descubren que él es JEHOVÁ-SALOM, que significa “Jehová es paz.” Jueces 6:24. Como peregrinos en la tierra, comprenden que necesitan a JEHOVÁ-RA’AH, “Jehová es mi pastor.” Salmos 23:1. Conscientes de la condenación, y necesitando la justificación claman esperanzados a JEHOVÁ-TSIDKENU, “Jehová justicia nuestra.” Jeremías 23:6. Cuando están necesitados, comprueban que es JEHOVÁ-YIREH, o sea “Jehová proveerá.” Génesis 22:14. Y cuando el reino de Dios venga sobre la tierra, se le conocerá como JEHOVÁ-SHAMA, cuyo significado es “Jehová está allí.” Ezequiel 48:35.
c.         El. (Dios) es empleado en el idioma hebreo en palabras compuestas: EL-ELYON (Génesis 14:18-20), “el Altísimo,” el Dios que es exaltado sobre todo aquello que se denomina dios o dioses. EL-SHADDAI, “el Dios suficiente para las necesidades de su pueblo.” Éxodo 6:3. EL-OLAM, el “Dios eterno.” Génesis 21:33.
            Adonai, significa literalmente “Señor,” y nos expresa la idea de gobierno y dominio. Éxodo 23:17; Isaías 10:16, 33. En virtud de lo que es y ha hecho, reclama para sí el servicio y obediencia de su pueblo. Este nombre se aplica en el Nuevo Testamento al Cristo glorificado.
            El vocablo Padre es empleado tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En su significado más amplio describe a Dios como el Productor de todas las cosas, y el Creador del hombre, de manera que en lo que respecta, todo puede ser denominado descendencia o producto de Dios. Hechos 17:28. Sin embargo, esta relación no garantiza la salvación. Solo aquellos que han sido vivificados para que tengan nueva vida por medio de su Espíritu, son sus hijos en un sentido íntimo y salvador. Juan 1:12-13.


LOS ATRIBUTOS DE DIOS.

            Puesto que Dios es un ser infinito, es imposible para criatura alguna conocerle exactamente tal cual es. No obstante, se ha dignado amorosamente revelarse a sí mismo en un idioma que podemos entender, y esa revelación está contenida en las Escrituras. Por ejemplo, Dios dice de sí mismo: "Yo soy Santo." Por lo tanto, podemos decir que Dios es santo. La santidad es entonces un atributo de Dios, porque la santidad es una cualidad que le podemos atribuir o asignar a Dios. De manera entonces que podemos regular nuestros pensamientos e ideas con respecto a Dios con la ayuda de la revelación que Dios ha dado de sí mismo.
            ¿Qué diferencia existe entre los nombres de Dios y los atributos de Dios? Los nombres de Dios expresan su ser todo, mientras que sus atributos indican varias facetas o lados de su carácter.
            Hay muchas cosas que se pueden decir de un Ser tan elevado, excelso, como Dios, y nuestra tarea quedará facilitada si clasificamos sus atributos. El comprender a Dios con amplitud, en sentido absoluto, equivaldría a tratar de encerrar el Océano Atlántico en una taza. Empero él se ha revelado lo suficiente como para satisfacer nuestra capacidad mental. La clasificación siguiente quizá sea útil:
Atributos no relacionados, es decir, lo que Dios es en sí mismo, aparte de la creación. Responden a la siguiente pregunta: ¿Qué cualidades caracterizaron a Dios antes de existir lo creado?
o lo que Dios es en relación con el universo.
Los atributos morales, o lo que Dios es en relación con sus seres morales.

1.   Atributos no relacionados. (La naturaleza interior de Dios)
Dios es Espíritu. Juan 4:24 Dios es un Espíritu con personalidad. Piensa, siente, habla y por lo tanto puede mantener comunicación directa con sus criaturas hechas a su imagen. Como Espíritu, Dios no está sujeto a las limitaciones que por tener cuerpo sufren los seres humanos. No posee miembros corporales o pasiones, no está sujeto a las condiciones de la existencia natural. De ahí que no pueda ser visto con ojos naturales o comprendido por los sentidos naturales.
            Esto no implica que Dios viva una existencia indefinida, oscura, insustancial, pues el Señor Jesús se refiere "a su parecer." Juan 5:37; compare Filipenses 2:6. Dios es una Persona verdadera, pero de naturaleza tan infinita que no puede ser comprendido a la perfección por la mentalidad del hombre, ni descrito en forma adecuada por el lenguaje humano.
            "A Dios nadie le vio jamás," declara Juan 1:18; compare Éxodo 33:20; y sin embargo en Éxodo 24:9-10 leemos que Moisés y ciertos ancianos "vieron al Dios de Israel." No existe contradicción alguna. Juan da a entender que nadie ha visto jamás a Dios tal cual es. Pero sabemos que el espíritu puede manifestarse en forma corporal. Mateo 3:16; por lo tanto, Dios puede manifestarse a sí mismo en una forma que puede ser entendido o comprendido por el hombre. Dios describe también su personalidad infinita en un idioma entendido por la mente finita; de ahí que la Biblia hable de Dios diciendo que tiene manos, brazos, ojos y oídos; que ve, siente, oye, se arrepiente y así sucesivamente.
            Empero Dios es inescrutable. "¿Puedes tú descubrir las cosas recónditas de Dios?" (Job 11:7, V.M.) Nuestra respuesta debe ser la siguiente: "No tenemos nada con que sacarla, y el pozo es hondo." Juan 4:11.
b.         Dios es infinito. Es decir, no está sujeto a las limitaciones humanas y naturales. La infinidad de Dios puede ser considerada de dos maneras: (1) En relación con el espacio. Dios se caracteriza por la inmensidad 1Reyes 8:27; es decir, la naturaleza de la Deidad está igualmente presente en el todo del espacio infinito, como en cada una de sus partes. No existe parte de la existencia que no sea afectada por su presencia y vigor, y punto alguno del espacio puede substraerse a su influencia. "Su centro está en todas partes, su circunferencia en ninguna." No obstante, debemos recordar que, en un sitio particular, su presencia y su gloria se revelan en forma extraordinaria: en el cielo. (2) En relación con el tiempo, Dios es eterno. Éxodo 15:18; Deuteronomio 33:27; Nehemías 9:5; Salmos 90:2; Jeremías 10:10; Apocalipsis 4:8-10. Ha existido desde la eternidad, y existirá hasta la eternidad. El pasado, presente y el futuro son el presente para su mente. Por ser eterno, es inmutable, "Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos." Se trata de una verdad consoladora para el creyente, que puede descansar confiado en la verdad de que "el eterno Dios es tu refugio, y acá abajo los brazos eternos." Deuteronomio 33:27.
c.         Dios es uno. Éxodo 20:3; Deuteronomio 4:35, Deuteronomio 4:39; Deuteronomio 6:4 ; 1Sm.uel 2:2 ; 2Samuel 7:22 ; 1Reyes 8:60 ; 2Reyes 19:15 ; Nehemías 9:6 ; Isaías 44:6-8 ; 1Timoteo 1:17. "Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es," era base fundamental de la religión del Antiguo Testamento, y el mensaje distintivo, característico a un mundo que adoraba a muchos dioses falsos.
            ¿Está en pugna esta enseñanza relativa a la unidad de Dios con lo que enseña el Nuevo Testamento referente a la trinidad? Debemos de distinguir entre dos clases de unidad: la absoluta y la compuesta. La expresión "un hombre" nos da la idea de unidad absoluta, porque nos referimos a una persona. Pero cuando leemos que un hombre y una mujer serán "una sola carne," Génesis 2:24 tenemos unidad compuesta, puesto que se quiere significar la unión de dos personas. Compárese también Esdras 3:1; Ezequiel 37:17; escrituras que emplean para "uno" ("echâd" en hebreo) el mismo vocablo que se emplea en Deuteronomio 6:4. Un término distinto, ("yâchîyd") es empleado para proporcionar la idea de unidad absoluta, o calidad absoluta de uno. Génesis 22:2; Génesis 22:12; Amós 8:10; Jeremías 6:26; Zacarías 12:10; Proverbios 4:3; Jueces 11:34.
            ¿A qué clase de unidad se refiere Deuteronomio 6:4? En virtud de que la frase "nuestro Dios," está en plural en el idioma original hebreo (Elohim) llegamos a la conclusión de que quizá se indique una unidad compuesta. La doctrina de la trinidad nos enseña la unidad de Dios como unidad compuesta, incluyendo tres personas divinas, unidas mediante una eterna y a la vez esencial unidad.

2. Atributos de Dios en relación con el universo.
a.         Dios es omnipotente. Génesis 1:1; Génesis 17:1; Génesis 18:14 ; Éxodo 15:17 ; Deuteronomio  3:24 ; Deuteronomio 32:39  1Crónicas 16:25 ; Job 42:2 ; Isaías 40:12-15 ; Jeremías 32:17 ; Ezequiel 10:5 ; Daniel 3:17 ; Daniel 4:35 ; Amós 4:13 ; Amós 5:8 ; Zacarías 12:1 ; Mateo 19:26 ; Apocalipsis 15:3 ; Apocalipsis 19:6. La omnipotencia de Dios significa dos cosas: (1) Su libertad y poder para hacer todo lo que es consecuente con su naturaleza. "Porque ninguna cosa es imposible para Dios." Naturalmente que esto no significa que puede hacer o hará cosa alguna contraria a su propia naturaleza, por ejemplo, mentir o robar; o que hará una cosa absurda o contradictoria o antinómica, como, por ejemplo, un círculo triangular o agua seca. (2) Su control y soberanía sobre todo lo hecho o que puede ser hecho. Empero si esto es así, ¿por qué se predica el mal en el mundo? Porque Dios ha dotado al hombre de una voluntad libre, que él no violará. Por lo tanto, permite acciones malvadas, mas con un propósito sabio, y con el objeto o perspectiva de vencer finalmente al mal. Sólo Dios es todopoderoso, y ni aún Satanás puede hacer nada sin su consentimiento. Lea Job, capítulos 1 y 2.

            Toda la vida es sostenida de Dios (Hebreos 1:3; Hechos 17:25; Hechos 17:28; Daniel 5:23); la existencia del hombre es como las notas de un órgano, que duran mientras los dedos de Dios están en el teclado. Por lo tanto, toda vez que una persona peca, está empleando el propio poder del Creador para afrentarle.

b.         Dios es omnipresente, en otras palabras, no está limitado por la distancia o el espacio. Génesis 28:15-16; Deuteronomio 4:39; Josué 2:11 ; Salmos 139:7-10 ; Proverbios 15:3 ; Proverbios 15:11 ; Isaías 66:1 ; Jeremías 23:23-24 ; Amós 9:2-4 ; Amós 9:6 ; Hechos 7:48-49 ; Efesios 1:23. ¿Qué diferencia existe entre inmensidad y omnipresencia? Inmensidad es la presencia de Dios en relación con el espacio, mientras que omnipresencia es su presencia vista en relación con sus criaturas. Está presente entre sus criaturas o seres en las maneras siguientes: (1) Gloriosa, entre las huestes que lo adoran en el cielo. Isaías 6:1-3. (2) Eficaz, en el orden natural; Nahum 1:3. (3) Providencial, en los asuntos del hombre. Salmos 68:7-8. (4) Atenta, para aquellos que le buscan. Mateo 18:19-20; Hechos 17:27. (5) Judiciaria, para la conciencia de los malvados. Génesis 3:8; Salmos 68:1-2. El hombre no puede esperar encontrar un rincón en el universo, donde puede escAp.ar la ley de su Hacedor. "Si Dios está en todas partes, luego debe de estar también en el infierno," manifestó cierto día un ciudadano chino a un creyente de la misma nacionalidad. "Su ira está en el infierno," fue la rápida respuesta. Se nos dice que cierto día un ateo escribió lo siguiente: "Dios no está aquí." Su hijita, que estaba aprendiendo las primeras letras leyó: "Dios nuestro aquí." Ello lo convenció de su error, le hizo comprender su pecado. (6) Corporal, en el Hijo. Colosenses 2:9 "Dios con nosotros." (7) Mística, en la iglesia. Efesios 2:12-22. (8) Oficial, con sus obreros. Mateo 28:19-20.
            Mientras que Dios está en todas partes, no significa ello que habite en todas partes. Solo cuando entra en relación personal con un grupo o individuo, se dice que habita o vive en ellos.

c.         Dios es omnisciente, es decir, lo sabe todo. Génesis 18:18 ; Génesis 18:19 ; 2Reyes 8:10 ; 2Reyes 8:13 ; 1Crónicas 28:9 ; Salmos 94:9 ; Salmos 139:1-16 ; Salmos 147:4 ; Salmos 147:5 ; Proverbios 15:3 ; Isaías 29:15 ; Isaías 29:16 ; Isaías 40:28 ; Jeremías 1:4-5 ; Ezequiel 11:5 ; Daniel 2:22-28 ; Amós 4:13 ; Lucas 16:15 ; Hechos 15:8 ; Hechos 15:18 ; Romanos 8:27 Romanos 8:29 ; 1Corintios 3:20 ; 2Timoteo 2:19 ; Hebreos 4:13 ; 1Pedro 1:2 ; 1Juan 3:20. El conocimiento de Dios es perfecto, no tiene que razonar o reflexionar, o descubrir cosas, o aprender gradualmente, puesto que sus conocimientos con respecto al pasado, presente y futuro son instantáneos.
            Gran consuelo proporciona estudiar este atributo. En todas las pruebas de la vida, el creyente puede estar seguro que "vuestro Padre sabe" Mateo 6:8.
            La siguiente dificultad se les presenta a algunos: puesto que Dios sabe todas las cosas, sabe quién se perderá; por lo tanto, ¿cómo puede una persona evitar perderse? Empero el que Dios sepa de antemano de qué manera empleará un individuo su libre albedrío no significa que influirá en la elección de éste. Dios probé el futuro, pero no lo fija o determina para el hombre.

d.         Dios es sabio. Salmos 104:24; Proverbios 3:19; Jeremías 10:12; Daniel 2:20-21; Romanos 11:33; 1Corintios 1:24-25; 1Corintios 1:30; 1Corintios 2:6-7; Efesios 3:10; Colosenses 2:2-3. La sabiduría de Dios es una combinación de su omnisciencia y omnipotencia. Tiene poder para aplicar sus conocimientos de manera que los propósitos mejores sean realizados o cumplidos por los mejores medios posibles. Dios hace siempre lo que corresponde, de la manera correcta, en el momento oportuno. En las Sagradas Escrituras se dice del Señor: "Bien lo ha hecho todo."
            Cuando Dios diseña todas las cosas y gobierna el curso de los acontecimientos a fin de que se cumplan sus buenos propósitos, llamamos a ello Providencia. La providencia general de Dios está relacionada con el gobierno del universo en general; su providencia particular tiene que ver con los detalles de la vida del hombre.

e.         Dios es soberano, es decir, tiene absoluto derecho de gobernar, y disponer de sus criaturas según su voluntad. Daniel 4:35; Mateo 20:15; Romanos 9:21. Posee este derecho en virtud de su infinita superioridad, de su propiedad absoluta de todo, y de la absoluta dependencia que todas las cosas tienen de él para su continuación. Por lo tanto, no es solamente necio sino también malvado criticar su conducta. El señor D. S. Clarke nos dice lo siguiente:

            La doctrina de la soberanía de Dios es muy provechosa y estimulante. ¿Si se nos diera a elegir, qué elegiríamos: ¿ser gobernados por el destino ciego, o la suerte caprichosa, o la ley natural irrevocable, o nuestro criterio miope y pervertido, o por un Dios infinitamente sabio, santo, amoroso y poderoso? El que rechaza la soberanía de Dios, puede elegir entre lo que queda.


3. Atributos morales. Dios en relación con criaturas morales.
   
a.         Dios es santo. Éxodo 15:11; Levíticos 11:44-45; Levíticos 20:26; Josué 24:19; 1Sm.uel 2:2; Salmos 5:4; Salmos 111:9; Salmos 145:17; Isaías 6:3; Isaías 43:14-15; Jeremías 23:9; Lucas 1:49; Santiago 1:13; 1Pedro 1:15-16; Apocalipsis 4:8; Apocalipsis 15:3-4. La santidad de Dios significa absoluta pureza moral; no puede pecar ni tolerar el pecado. La raíz etimológica del vocablo "santo" es "separado," Apartado. ¿En qué sentido está separado Dios? Está separado del hombre en lo que respecta a espacio. Él está en el cielo, el hombre en la tierra. Está separado del hombre en naturaleza y carácter. Dios es perfecto, el hombre imperfecto; Dios es divino, el hombre humano; Dios es moralmente perfecto, el hombre es pecaminoso. Vemos que la santidad de Dios es el atributo que establece y preserva la distinción entre Dios y las criaturas. Denota no solamente un atributo de Dios, sino la naturaleza divina misma. Por lo tanto, cuando Dios se revela a sí mismo de tal manera que con su Divinidad causa impresión en el hombre, se dice que se santifica a si mismo. Ezequiel 36:23; Ezequiel 38:23; es decir, se revela como el Santo. Cuando los serafines describen el resplandor del que se sienta en el trono, exclaman: "Santo, santo, santo Jehová de los ejércitos." Isaías 6:3.
            Se dice que el hombre santifica a Dios cuando le honra y reverencia como Ser Divino. Números 20:12; Levíticos 10:3; Isaías 8:13. Cuando le afrentan al violar sus mandamientos, se dice que "profanan" su nombre, lo cual es lo opuesto de santificarlo. Mateo 6:9.
            Solamente Dios es santo en sí mismo. Se habla de gente santa, de edificios y objetos santos, porque Dios los ha hecho santos, o los ha santificado. El vocablo "santo" aplicado a personas u objetos es un término que expresa una relación con Jehová, o sea que una determinada persona u objeto ha sido separado o apartado para servir a Dios. Habiendo sido así separados, los artículos deben de ser limpios; y las personas deben de consagrarse a fin de vivir de acuerdo a la Ley de la Santidad. Estos hechos constituyen la base de la doctrina de la santificación.

b.         Dios es justo. ¿Qué diferencia existe entre santidad y justicia? "La justicia es santidad en acción," constituye una de las respuestas. La justicia es la santidad de Dios manifestada en el trato justo con sus criaturas. "El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?" Génesis 18:25. Justicia es ajustarse a un nivel justo de conducta; es la conducta que corresponde en relación con los demás. ¿Cuándo manifiesta Dios este atributo? (1) Cuando declara inocente al que lo es; y condena al malvado y vela porque se haga justicia. Dios juzga, no como los jueces modernos lo hacen, por las pruebas que otros presentan en el tribunal, sino que descubre las pruebas por sí mismo. De manera entonces que el Mesías, lleno del Espíritu Santo, no juzga "según la vista de sus oJs., ni argüirá por lo que oyeren sus oídos," sino que juzgará con equidad y justicia. Isaías 11:3. (2) Cuando perdona al penitente. Salmos 51:14; 1Juan 1:9; Hebreos 6:10. (3) Cuando castiga y juzga a su pueblo. Isaías 8:17; Amós 3:2. (4) Cuando salva a su pueblo. La interposición de Dios en favor de su pueblo se denomina su justicia. Isaías 46:13; Isaías 45:24-25. La salvación es el lado negativo; la justicia el positivo. Libera a su pueblo de sus pecados y enemigos, y el resultado es justicia del corazón. Isaías 60:21; Isaías 54:13; Isaías 61:10; Isaías 51:6. (5) Cuando proporciona la victoria a la causa defendida por sus siervos fieles. Isa 50:4-9. Después que Dios haya liberado a su pueblo y juzgado a los malvados, tendremos "cielos nuevos y tierra nueva, según sus promesas, en los cuales mora la justicia." 2Pedro 3:13.
            Dios no solamente trata o se conduce con justicia, sino que requiere justicia. Mas ¿y si el hombre ha pecado? Luego entonces imparte con misericordia la justicia (o justifica) al penitente. Romanos 4:5. Esta es la base de la doctrina de la justificación.
            Se notará que la naturaleza divina es la base para el trato de Dios con el hombre. Según su naturaleza, o tal como es, se comporta o conduce. El Santo santifica, el Justo justifica.

c.         Dios es fiel. Es digno de la confianza más completa, sus palabras siempre se cumplirán. Por lo tanto, su pueblo debe reposar, por así decirlo, en sus promesas. Éxodo 34:6; Números 23:19; Deuteronomio 4:31; Josué 21:43-45; Josué 23:14; 1Sm.uel 15:29; Jeremías 4:28; Isaías 25:1; Ezequiel 12:25; Daniel 9:4; Miqueas 7:20; Lucas 18:7-8; Romanos 3:4; Romanos 15:8; 1Corintios 1:9; 1Corintios 10:13; 2Corintios 1:20; 1Tesalonicenses 5:24; 2Tesalonicenses 3:3; 2Timoteo 2:13; Hebreos 6:18; Hebreos 10:23; 1Pedro 4:19; Apocalipsis 15:3.

d.         Dios es misericordioso. "La misericordia de Dios es la bondad divina ejercida para aliviar las desgracias y aflicciones de sus criaturas; es la cualidad que hace a Dios condolerse y tomar medidas para el alivio de ellas, y cuando se trata de un pecador impenitente, es la cualidad que conduce a Dios a sentir paciencia longánima." (Hodges) Tito_3:5; Lamentaciones 3:22; Daniel 9:9; Jeremías 3:12; Salmos 32:5; Isaías 49:13; Isaías 54:7. Si se quiere una de las más hermosas descripciones de la misericordia de Dios, léase Salmos 103:8-18. El conocimiento de su misericordia se convierte en fundamento de esperanza, (Salmos 130:7) y fundamento de confianza, (Salmos 52:8). La misericordia de Dios se manifestó en forma preeminente al enviar a Cristo al mundo. Lucas 1:78.

e.         Dios es amor. El amor es el atributo de Dios por cuya razón desea mantener una relación personal con aquéllos que lLv.an su imagen., y especialmente con aquéllos que han sido hechos santos y son como él en carácter. Nótese de qué manera es descrito el amor de Dios. (Deuteronomio 7:8; Efesios 2:4; Sofonías 3:17; Isaías 49:15-16; Romanos 8:39; Oseas 11:4; Jeremías 31:3); nótese hacia quienes se manifiesta. (Juan 3:16; Juan 16:27; Juan 17:23; Deuteronomio 10:18); nótese cómo fue demostrado. Juan 3:16; 1Juan 4:9-10; Romanos 9:11-13; 1Juan 3:1; Isaías 43:3-4; Isaías 63:9; Tito 3:4-7; Isaías 38:17; Efesios 2:4-5; Oseas 11:4; Deuteronomio 7:13; Romanos 5:5.

f.          Dios es bueno. La bondad de Dios es ese atributo en razón del cual imparte vida y otras bendiciones a sus criaturas. Salmos 25:8; Nahum 1:7; Salmos 145:9; Romanos 2:4; Mateo 5:45; Salmos 31:19; Hechos 14:17; Salmos 68:10; Salmos 85:5.



 LA TRINIDAD DE DIOS

1.         Presentación de la doctrina. Las Sagradas Escrituras nos enseñan que Dios es uno, y que fuera de él no hay Dios. Podría surgir la pregunta siguiente: ¿Cómo podría Dios tener comunión antes de que las criaturas finitas comenzaran a existir? Respondemos que la unidad divina es una unidad compuesta, y que en esta unidad hay realmente tres personas distintas, cada una de ellas es la Divinidad, empero consciente en grado supremo de las otras dos personas. Vemos entonces que existía una eterna comunión antes de que los seres finitos fueran creados. Por lo tanto, Dios nunca estuvo solo.
            No es que existen tres Dioses, cada uno de ellos independientes, de existencia propia, por sí mismo. Los tres cooperan con una mente y propósito, de manera que en el sentido más exacto del vocablo, son "uno." El Padre crea, El hijo redime, y el Espíritu Santo santifica. Sin embargo, en cada una de estas operaciones, los tres están presentes. El Padre es pre-eminentemente Creador, y sin embargo, el Hijo y el Espíritu son presentados en la función de cooperar en dicha labor. El hijo es pre-eminentemente el Redentor, no obstante, lo cual el Padre y el Espíritu son presentados en la función de enviar al Hijo para redimir. El Espíritu Santo es el Santificador, no obstante, lo cual el Padre y el Hijo cooperan en dicha labor.
            La Trinidad es una comunión eterna, empero la obra de la redención del hombre provocó su manifestación histórica. El Hijo entró en el mundo de una forma cuando se invistió de naturaleza humana, y se le dio un nuevo nombre, Jesús. El Espíritu Santo entró en el mundo en una nueva forma, es decir, como el Espíritu de Cristo, encarnado en la iglesia. Y, sin embargo, los tres operan o trabajan juntos. El Padre testificó del Hijo (Mateo 3:17); y el Hijo testificó del Padre. Juan 5:19. El Hijo testificó del Espíritu (Juan 14:26), y más tarde el Espíritu testificó del Hijo. Juan 15:26.
            ¿Parece todo esto difícil de comprender? ¡Cómo podría ser de otra manera, puesto que tratamos de describir la vida interior del Dios todopoderoso! La doctrina de la trinidad es claramente una doctrina revelada, y no una concebida por la razón del hombre. ¿De qué otra manera podríamos aprender con respecto a la naturaleza interior de la Divinidad, excepto por la revelación? 1Corintios 2:16. Es cierto que el vocablo "trinidad" no aparece en el Nuevo Testamento. Se trata de una expresión teológica, inventada durante el sigo segundo para describir la Divinidad. Empero el planeta Júpiter existió antes de que fuera designado con tal nombre y la doctrina de la trinidad figuraba en la Biblia antes de que técnicamente se la denominara por ese nombre.



ANGELES

Nos rodea un mundo espiritual mucho más poblado, poderoso y de mayores recursos que el mundo de los seres humanos. Los espíritus buenos y malos, andan entre nosotros. Con la velocidad de la luz y sin hacer el menor ruido pasan de un lugar a otro. Habitan el espacio que nos circunda. Sabemos que algunos de ellos están interesados en nuestro bienestar; otros procuran dañarnos. Los escritores inspirados descorren la cortina y nos proporcionan una vislumbre de este mundo invisible, con el objeto de que seamos animados y advertidos.


 ÁNGELES

1.         Su naturaleza

            Los ángeles son:
a.   Criaturas, en otras palabras, seres creados. Fueron hechos de la nada por el poder extraordinario de Dios. No se nos dice la época exacta de su creación, habían existido ya por mucho tiempo, y que la rebelión de los ángeles a las órdenes de Satanás había ocurrido ya, dejando dos clases: los ángeles buenos, y los malos. Por ser criaturas, no aceptan la adoración (Apocalipsis_19:10; Apocalipsis_22:8-9) y el hombre, por su parte, ha recibido orden de no adorarlos. Colosenses_2:18.
b.   Espíritus. Se describe a los ángeles como espíritus, porque a diferencia del hombre, no están limitados por las condiciones naturaleza o físicas. Aparecen y desaparecen a voluntad, y viajan con rapidez inimaginable sin empleo de medios naturales. Aunque son puramente espíritus, tienen la capacidad de asumir la forma humana con el objeto de que su presencia sea visible para el hombre. Génesis. _19:1-3.
c.   Inmortales. Es decir, no están sujetos a la muerte. En Lucas_20:34-35 el Señor Jesucristo les explica a los saduceos que los santos resucitados serán como los ángeles en el sentido de que no pueden morir más.
d.   Numerosos. Las Sagradas Escrituras nos enseñan que el número es muy elevado. "Millares de millares... millones de millones." Daniel_7:10. "Doce legiones de ángeles," Mateo_26:53. "Multitud de los ejércitos celestiales," Lucas_2:13. "Muchos millares de ángeles," Hebreos_12:22. Su Creador y Maestro es descrito como "Jehová de los ejércitos."
e.   Sin sexo Se describe a los ángeles como si fueran varones, pero en realidad son asexuales, es decir, no se propagan. Lucas_20:34-35.

2.         Su clasificación
Puestos que el orden es la primera ley del cielo, se espera que los ángeles sean clasificados de acuerdo a su rango. Tal clasificación está implicada en 1Pedro_3:22, cuando leemos con respecto a "ángeles, y las potestades y virtudes." Compare Colosenses_1:16; Efesios_1:20-21.
a.   El Ángel del Señor. La forma como se describe al Ángel del Señor lo distingue de cualquier otro ángel. El poder de perdonar o retener las transgresiones le es atribuido a él, y el nombre de Dios está en él. Éxodo_23:20-23. En Éxodo_32:34 se dice: "He aquí mi ángel irá delante de ti." En Éxodo_33:14 la explicación varía: "Mi rostro irá contigo, y te haré descansar." Las dos ideas están combinadas en Isaías_63:9 que dice: "En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó." Se dicen dos cosas de importancia con respecto a este ángel: primera, que el nombre de Jehová, es decir, su carácter revelado, está en él, y que es el rostro de Jehová, en otras palabras, el rostro de Jehová se puede ver en él. De ahí que salva, no perdonará la transgresión, aunque tiene poder para ello. Compare asimismo la identificación que hizo Jacob del ángel con Dios mismo. Génesis_32:30; Génesis_48:16. No se puede evitar arribar a la conclusión de que este misterioso Ángel no es otro que el Hijo de Dios, el Mesías, el Liberador de Israel y el Salvador futuro del mundo. Por lo tanto, el Ángel del Señor es realmente un ser increado.
b.   El arcángel. Miguel es mencionado como arcángel, o ángel principal. Judas_1:9; Apocalipsis_12:7 compare 1Tesalonicenses_4:16. Aparece como el ángel guardián de la nación Israelita. Daniel_12:1. La manera como se menciona a Gabriel indicaría también que ocupaba una posición muy elevada. Está en la presencia de Dios, (Lucas_1:19) y a él se le entregan mensajes del orden más elevado, o de gran importancia con relación al reino de Dios. Daniel_8:16; Daniel_9:21.
c.   Los ángeles escogidos son probablemente aquellos ángeles que permanecieron fieles a Dios durante la rebelión satánica. 1Timoteo_5:21; Mateo_25:41.
d.   Ángeles de las naciones. En Daniel_10:13; Daniel_10:20 se nos parece enseñar que toda raza tiene su ángel guardián, preocupado del bienestar de esa nación. Era la época en que los judíos debían regresar de la cautividad, (Daniel_9:1-2), y Daniel se puso a orar y ayunar para su retorno. Después de tres semanas, Apareció un ángel y explicó que la razón de la demora se debía a que un príncipe o ángel de Persia se había opuesto al retorno de los judíos, pues quizá no estaba dispuesto a perder su influencia en la tierra de Persia. El ángel se dice que, en su petición por el retorno de los judíos, no había tenido otro apoyo que el de Miguel, el príncipe de la nación hebrea. Daniel_10:21. El príncipe de los griegos no estaba más inclinado que el príncipe de los persas en favor de la partida de los judíos. Daniel_10:20.
      El vocablo "principados" que aparece en el Nuevo Testamento quizá se refiera a estos príncipes angélicos de las naciones; se emplea tanto para referirse a los buenos como a los malos ángeles. Efesios_3:10; Colosenses_2:15; Efesios_6:12.
e.   Los querubines. Parecen ser ángeles de elevada posición relacionados con fines retributivos y redentores de Dios respecto del hombre. Génesis_3:24 y Éxodo_25:22. Se los describe con el rostro de un león, hombre, buey y águila y esto sugiere que representan la perfección de las criaturas: vigor de un león, inteligencia humana, velocidad del águila y servicio de buey. Su forma compuesta y su proximidad a Dios implícita la seguridad de que "también las mismas criaturas serán liberadas de la servidumbre de corrupción." Romanos_8:21.
f.    Los serafines son mencionados en Isaías 6. Sabemos muy poco de ellos. Un escritor cree que constituyen el orden más elevado de ángeles, y que su característica distintiva es su amor ardiente hacia Dios. (El vocablo "serafines" significa seres ardientes.)

3.         Su carácter.
a.   Obedientes. Cumplen su comisión sin discutir ni vacilar. Por lo tanto, oramos de la siguiente manera: "Sea hecha tu voluntad, como e el cielo, así también en la tierra." Mateo_6:10 compare Salmos_103:20; Judas_1:6; 1Pedro_3:22.
b.   Su actividad más elevada es la adoración de Dios. Nehemías_9:6; Filipenses_2:9-11; Hebreos_1:6.
c.   Sabios. "Como un ángel de Dios.... para entenderse en lo bueno y en lo malo," (V.M.) era frase proverbial en Israel. 2Samuel_14:17. La inteligencia de los ángeles excede a la del hombre en esta vida, pero es necesariamente finita. Los ángeles no pueden directamente discernir nuestros pensamientos (1Reyes_8:39) y su conocimiento de los misterios de la gracia es limitado. 1Pedro_1:12. Un escritor hace la siguiente conjetura: "Se afirma que su imagen. intelectual es tanto más amplia que la nuestra, que una sola imagen. en la mente angelical puede abarcar más detalles que una vida de estudio podría revelarnos a nosotros aquí."
d.   Humildes. No abrigan resentimientos personales, ni tampoco denuncian o vilipendian a sus opositores. 2Pedro_2:11, Judas_1:9.
e.   Poderosos. Son "poderosos en fortaleza." Salmos_103:20.
f.    Santos. Separados por Dios y para él, son "santos ángeles." Apocalipsis_14:10.

4.         Su obra.
            Los ángeles son:
a.   Agentes de Dios. Se los menciona como ejecutores de los decretos de juicio de Dios. Génesis_3:24; Números_22:22-27; Mateo_13:39; Mateo_13:41; Mateo_13:49; Mt.eo_16:27; Mt.eo_24:31; Mr.cos_13:27; Génesis_19:1; 2Samuel_24:16; 2Reyes_19:35; Hechos_12:23.
b.   Mensajeros de Dios. El vocablo ángel significa literalmente "mensajero." Por medio de los ángeles, Dios nos envía: (1) Anunciaciones. Lucas_1:11-20; Mateo_1:20-21. (2) Advertencias. Mateo_2:13; Hebreos_2:2. (3) Instrucciones. Mateo_28:2-6; Hechos_10:3; Daniel_4:13-17; (4) Aliento. Hechos_27:23; Génesis_28:12. (5) revelación. Hechos_7:53; Gálatas_3:19; Hebreos_2:2; Daniel_9:21-27; Apocalipsis_1:1.
c.   Siervos de Dios. "¿No son todos espíritus administradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de salvación?" Hebreos_1:14. Los ángeles son enviados para sostener o confortar; (Mt.eo_4:11; Lucas_22:43; 1Reyes_19:5), para preservar, (Génesis_16:7; Génesis_24:7; Éxodo_23:20; Ap.ocalipsis_7:1), para liberar (Números_20:16; Salmos_34:7; Salmos_91:11; Isaías_63:9; Daniel_6:22; Génesis_48:16; Mt.eo_26:53), para interceder, (Zacarías_1:12; Ap.ocalipsis_8:3-4), para ejercer ministerio en favor de los justos después de la muerte. Lucas_16:22.
Leyendo los pasajes arriba mencionados y comparándolos con las palabras del Señor en Mateo_18:10, algunos han formulado la doctrina de los ángeles guardianes, según la cual cada creyente tiene un ángel especial destinado a guiarle y protegerle por la vida. Afirman que las palabras en Hechos_12:15 implican que los creyentes primitivos entendieron de esa manera sus palabras. No podemos ser dogmáticos al respecto. Sin embargo, las promesas relativas a la ayuda angélica son lo suficientemente numerosa y claras como para constituir motivo de aliento para todo creyente.


Satanás su destino.

            En el principio Dios predijo y decretó la caída del poder que había causado la caída del hombre, (Génesis_3:15), y la humillación de la serpiente hasta el polvo fue un cuadro profético de la degradación final y derrota de "esa serpiente el diablo." La carrera del diablo ha sido ciertamente hacia abajo. Fue arrojado del cielo al comienzo; durante la tribulación será arrojado del cielo a la tierra (Apocalipsis_12:9); durante el milenio será puesto en el abismo, preso, y después de mil años, será arrojado en el lago de fuego. Apocalipsis_20:10. De esta manera entonces que la palabra de Dios nos asegura que el diablo sufrirá una derrota final.


            Dijo Martín Lutero: "El diablo es el remedador o imitador de Dios." En otras palabras, el enemigo siempre está ofreciendo imitaciones falsificadas de las obras de Dios. Y seguramente que la posesión demoníaca es una falsa demoníaca de esa experiencia muy sublime, la habitación del Espíritu Santo en el hombre. Nótense algunos paralelos: (1) La posesión demoníaca significa la introducción de una nueva personalidad en el ser de la víctima, haciéndolo hasta cierto punto una nueva criatura. Nótese de qué manera el endemoniado gadareno (Mateo_8:29) actuó y habló como una persona controlada por otra personalidad. El que es controlado o gobernado por Dios tiene una personalidad divina que mora en él. Juan_14:23. (2) Exclamaciones inspiradas del demonio constituyen una farsa satánica de las expresiones inspiradas del Espíritu Santo. (3) Se ha observado que cuando una persona se ha rendido conscientemente a un poder demoníaco, con frecuencia recibe un don tal como poder demoníaco, de médium y otros.
            De esta manera vemos que las posibilidades demostradas que existen de que una persona sea dominada por el demonio arguyen en favor de la posibilidad de posesión por el Espíritu Santo. El Señor Jesucristo vino al mundo para librar a su pueblo del poder de los malos espíritus, y ponerlos bajo el dominio del Espíritu Santo.

           
  

EL SEÑOR JESUCRISTO


 LA NATURALEZA DE CRISTO
            La mejor manera de responder a la pregunta ¿quién es Cristo? es dando a conocer y explicando los nombres y títulos por los cuales es conocido.

1.         Hijo de Dios (Deidad)
            De la misma manera que la frase "hijo del hombre" significa nacido de hombre, así también "Hijo de Dios" significa nacido de Dios. De ahí que este título proclame la deidad de Cristo. A Jesús se lo denomina un Hijo de Dios, en el sentido general en que los hombres y los ángeles (Job_2:1) son hijos de Dios. Es el Hijo de Dios por excelencia en sentido especial y único. Según la descripción que de Jesús nos hacen las Sagradas Escrituras, mantiene con Dios una relación que no es compartida por persona alguna en el universo.
            En calidad de explicación y confirmación de esta verdad, consideremos:
a. La conciencia que Cristo tenía de sí mismo.
            ¿En qué consistía la conciencia que el Señor tenía de sí mismo? En otras palabras, ¿qué sabía de sí? Lucas, el único escritor que registra un incidente de la niñez de Jesús, nos dice que a la edad de doce años (cuando menos) Jesús estaba consciente de dos cosas: de una relación especial con Dios, a quien describe de Padre, y de una misión especial en la tierra: los negocios de su Padre.
            Cuando empezó Jesús a tener conciencia de sí, y cómo tuvo esa conciencia, seguirá en el misterio para nosotros. Cuando vemos a Dios que viene hacia nosotros en la forma de hombre, debemos exclamar "Grande es el misterio de la piedad." No obstante, la siguiente ilustración quizá sea útil: Pon un bebé frente al espejo. Se verá a sí mismo, pero no se reconocerá. Mas llegará el momento cuando sabrá que la imagen. reflejada es la suya. En otras palabras, el niño está ahora consciente de su propia identidad. ¿No habrá sido así también en lo que respecta al Señor Jesucristo? Siempre fue el Hijo de Dios. Pero llegó el momento cuando, después de estudiar las Sagradas Escrituras relacionadas con el Mesías de Dios, la conciencia de que él, el hijo de María, no era otro que el Hijo eterno de Dios, iluminó su mente. En vista de que el Hijo eterno de Dios vivió la vida perfectamente natural del ser humano, es razonable suponer que esa conciencia de la deidad le llegó de esa manera.
            En el río Jordán el Señor Jesús oyó la voz del Padre que corroboraba y confirmaba su conciencia interior (Mateo 3:17) y en el desierto resistió con éxito los intentos de Satanás destinados a poner en tela de juicio su carácter de Hijo de Dios. "Si eres Hijo de Dios." Mateo_4:3. Más tarde en su ministerio tuvo palabras de elogio para Pedro por el testimonio inspirado del cielo respecto de su deidad y mesiazgo. Mateo_16:15-17. Cuando se le procesaba ante el alto tribunal judío, podría haber escapado la muerte negando su carácter extraordinario de Hijo de Dios, y afirmando simplemente que era hijo en el mismo sentido que los demás hombres lo eran. Empero al ser puesto bajo juramento por el sumo sacerdote, declaró tener conciencia de su deidad, aunque sabía que dicha declaración le significaba la muerte. Mateo_26:63-65.
b. Las afirmaciones de Jesús. Se identificó plenamente con las actividades divinas. En efecto, dijo: "Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo." Juan_5:17. "Salí del Padre." Juan_16:28. "Como me envió el Padre." Juan_20:21. Afirmó tener conocimientos divino y comunión Mateo_11:27; Juan_17:25. Afirmó revelar el ser del Padre mediante sí mismo. Juan_14:9-11. Asumió prerrogativas divinas: omnipresencia (Mateo_18:20); poder para perdonar pecados (Mr.cos_2:5-10); poder para resucitar a los muertos. Juan_6:39-40, Juan_6:54; Juan_11:25; Juan_10:17-18. Se proclamó a sí mismo el Juez y Arbitro del destino del hombre. Juan_5:22; Mateo_25:31-46. Demandó una rendición y fidelidad que solamente Dios podía reclamar con derecho. Insistió en la rendición o sumisión absoluta de parte de sus seguidores. Debían estar preparados para romper los lazos más queridos, pues cualquiera que amaba aún padre o madre más que a él no era digno de él. Mateo_10:37; Lucas_14:25-33.
            Estas demandas trascendentales fueron formuladas por uno que vivió como el más humilde de los hombres, y presentadas en la forma más simple y sencilla, como por ejemplo, Pablo diría: "Yo de cierto soy hombre Judío." Con el objeto de arribar a la conclusión de que Cristo ere divino, uno solamente necesita saber dos concesiones: primera, que Jesús no era mal hombre; segunda, que no era demente. Si dijo que era divino cuando sabía que no lo era, luego no sería un hombre bueno; si se imaginaba falsamente que era Dios, luego no podía ser una persona sensata, en su pleno juicio. Pero ninguna persona en plena posesión de sus facultades mentales, inteligencia, soñaría negar su carácter perfecto o su sabiduría superior. En consecuencia, uno no puede menos que llegar a la conclusión de que era lo que afirmaba ser: el Hijo de Dios en sentido único.
c. La autoridad de Cristo. En las enseñanzas de Cristo, uno nota ausencia completa de expresiones como estas: "Según opino," "quizá," "creo que," "supongamos..." Un sabio racionalista judío admitió que el Señor hablaba con la autoridad del Dios todopoderoso mismo.

La perfección de Cristo. Ningún maestro que llama a los hombres al arrepentimiento y a la justicia puede evitar alguna referencia a su propio pecado e imperfección. En realidad, cuanto más santo es, tanto más lamentará y reconocerá sus propias limitaciones. Empero en las palabras y hechos de Jesús, hay o existe una ausencia completa de la conciencia o confesión de pecado. Tenía el conocimiento más profundo respecto de los males del pecado, y sin embargo, no cayó sobre su alma sombra o mancha alguna. Por el contrario, él, el más humilde de los hombres, lanza el siguiente reto: "¿Quién de vosotros me redarguye de pecado?" Juan_8:46.

El testimonio de los discípulos. Ningún judío cometió jamás el error de pensar que Moisés era divino; ni aún sus discípulos más entusiastas hubieran soñado jamás con atribuirle declaraciones como ésta: "Bautizándolos en el nombre del Padre, y de Moisés, y del Espíritu Santo." Compare Mateo_28:19. Y la razón es que Moisés jamás habló ni se comportó como uno que precedía de Dios o compartía su naturaleza. Por otra parte, el Nuevo Testamento enuncia este milagro: tenemos aquí a un grupo de hombres que caminaban con Jesús, y le vieron en todos los aspectos característicos de su humanidad, y que sin embargo más tarde le adoraron como divino, predicaron que su nombre era el poder para la salvación, e invocaron su nombre en oración. Juan, que se recostó sobre el pecho de Jesús, no vaciló en hablar de él como el eterno Hijo de Dios que creó el universo (Juan_1:1-3), y relata sin vacilación ni disculpas el hecho de Tomás de adorarle y exclamar: "¡Señor mío, y Dios mío!" Juan_20:28. Pedro, que había visto comer, beber y dormir a Jesús, que había estado consciente del hambre y la sed sufridas por el Señor, que le había escuchado orar, y le había visto llorar, en otras palabras, que había sido testigo de su humanidad toda, más tarde les dice a los judíos que Jesús está a la mano derecha de Dios, de que posee la prerrogativa divina de impartir el Espíritu Santo (Los Hechos_2:33, Los Hechos_2:36); de que es el único camino de la salvación (Los Hechos_4:12), el Perdonador de pecados (Los Hechos_5:31) y el Juez de los muertos. Los Hechos_10:42. En su segunda epístola (2 Pedro_3:18) adora al Señor y le atribuye a él "gloria ahora y hasta el día de la eternidad."


2. La Palabra

            La palabra del hombre es aquélla por la cual se expresa así mismo, por la cual se pone en comunicación con otros. Por medio de la palabra da a conocer sus pensamientos y sentimientos, y por su palabra da a conocer mandamientos y pone en vigor su voluntad. La palabra que lleva la impronta de su pensamiento y carácter. Mediante sus palabras, el hombre puede conocerse perfectamente, aunque uno fuera ciego. El sentido de la vista y la información podría revelar muy poco con respecto a su carácter si uno no hubiera escuchado a sus palabras. La palabra del hombre es su carácter en la expresión.
            De igual manera, la Palabra de Dios es aquélla por la cual el Padre se comunica con otros seres, trata con ellos; es el medio por el cual expresa su poder, inteligencia y voluntad. Cristo es esa Palabra, el Verbo, puesto que, por intermedio de él, ha revelado su actividad, voluntad y propósito, y porque por él, Dios establece esto con el mundo. Nos expresamos a nosotros mismos por medio de palabras; el Dios eterno se expresa a sí mismo por medio de su Hijo, que es la "misma imagen de su sustancia." Hebreos_1:3. Cristo es la Palabra de Dios porque revela a Dios demostrándole en persona. No solamente trae el mensaje de Dios, sino que es el mensaje de Dios.
            Consideremos la necesidad de tal revelador. Trate de comprender el tamaño del universo, con sus incalculables millones de cuerpos celestiales, cubriendo distancias de magnitud incomprensible para la mentalidad del hombre; imaginemos las enormes distancias del espacio más allá del universo de la materia; luego tratemos de concebir lo poderoso de aquél que es la fuente de todo. Consideremos, por un lado, lo insignificante del hombre. Se ha calculado que si todos fueran de 1,80 mt. de alto, por 0,45 de ancho, y 0,30 de espesor, toda la raza humana, compuesta de más de dos mil millones de habitantes, cabría en un cubo de 800 metros de ancho, 800 de lado, y 800 metros de profundidad. Dios, ¡cuán grande y poderoso! El hombre, ¡cuán infinitamente pequeño! Además, este Dios es Espíritu, y por lo tanto, no puede ser comprendido por la vista, ni por los demás sentidos naturales. La gran pregunta que surge es la siguiente: ¿De qué manera podemos tener comunión con un Dios semejante? ¿Cómo podemos concebir su naturaleza y carácter?

            Es cierto que Dios se reveló a sí mismo por medio de la palabra profética, por sueños y visiones, y por manifestaciones transitorias. Empero el hombre anhelaba aún una respuesta más clara a la pregunta: ¿Cómo es Dios? Para responder a esta pregunta, ocurrió el acontecimiento más estupendo de la historia: "Y aquel Verbo fue hecho carne." Juan_1:14. La Palabra eterna de Dios tomó sobre sí la naturaleza humana y se hizo hombre, con el objeto de revelar al eterno Dios por medio de la personalidad humana. "Dios, habiendo hablado muchas veces y en muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo." Hebreos_1:1-2. Por lo tanto, a la pregunta "¿Cómo es Dios?" el creyente responde: Dios es como Cristo, pues Cristo es la Palabra, la idea que Dios tiene de sí mismo. Esto es, él es la misma imagen. de su sustancia, (Hebreos_1:3), "imaGn. del Dios invisible," Colosenses_1:15.


Teología bíblica y sistemática

-Myer Pearlman

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